La humanidad tiene la capacidad de destruir el planeta, pero también la posibilidad de ayudar a protegerlo y sostenerlo. El calentamiento global es un problema demasiado grande para que una sola persona lo resuelva, pero puedes hacer tu aportación al hacer elecciones respetuosas con el medio ambiente e inspirar a otros para tomar acción colectiva. Este artículo te dará buenas ideas para que tú también ayudes a proteger nuestro bello planeta Tierra.
Método 1 de 4: Apoyar la acción social
1.
1
Mantente
informado acerca del calentamiento global. El
calentamiento global influye negativamente en millones de vidas diariamente
debido a los patrones destructivos de clima y la pérdida de hábitats. Estar
bien educado al respecto es el primer paso importante para tomar acción. A
nivel personal, serás más apto para cambiar tu estilo de vida si conoces los
hechos; a nivel político, estarás más preparado para informar a otros e
inspirar cambios si te empapas del tema.
o
Sir John Houghton, un especialista climático
y miembro del Cuerpo de Trabajo del IPCC, comparó las catástrofes como olas de
calor, inundaciones, sequías y tormentas a la punta del iceberg, porque, aunque
hoy ya impactan en nuestra vida notablemente, serán nuestros hijos y nietos
quienes sufrirán los peores efectos del calentamiento global. Cientos de
millones de personas estarán expuestas al hambre, escasez de agua, condiciones
atmosféricas extremas y a la pérdida del 20-30% de las especies vegetales y
animales si no logramos reducir el avance del calentamiento global y la emisión
de gases de efecto invernadero.
o
Por otro lado, tener inviernos más cálidos
significa temporadas de cosecha más largas en climas templados y sub árticos,
lo que permite cultivar ciertas especies donde antes no se podía y cosecharlas
cada año, o simplemente hacer que los cultivos existentes sean más productivos.
Conocer bien ambos lados de la historia te hará más útil para la causa.
2.
2
Consigue
que otros se interesen en la causa. Una
forma muy buena de ayudar al planeta es conseguir que más personas se
impliquen. Cuantas más pruebas científicas tengas para respaldar tus palabras,
más fácilmente persuadirás a otros para que hagan cambios simples pero
importantes en su comportamiento cotidiano. Algunas técnicas de ahorro de
energía son caras al principio (como la energía solar), o toman algo de tiempo
extra (como reciclar), así que hay que convencer a las personas de que sus
esfuerzos valen la pena.
o
Demuestra los beneficios de estas actividades
y destaca cómo cada persona puede jugar un papel importante en la reducción del
calentamiento global. Usa ejemplos para demostrar qué sucederá si no se toma
acción.
o
Recuerda que la sociedad en general no
responde bien a los consejos morales, así que usa la educación para iluminar,
no para asustar.
3.
3
Influye
en tu gobierno. Vota por candidatos que se preocupan
por las soluciones medio ambientales. Contacta con funcionarios del gobierno
para exponer tu posición mediante llamadas telefónicas, e-mail y cartas. Asiste
a reuniones con los que te representan en los diferentes gobiernos.
o
Aprende tanto como puedas de las políticas
que defiendes antes de hacer esto; resolver un problema a menudo puede crear
otros. Por ejemplo, reemplazar las bombillas de incandescencia por lámparas
ahorradoras de energía ha aumentado la amenaza de contaminación por mercurio en
hogares y vertederos. Las lámparas fluorescentes siguen siendo preferibles,
pero hay que ser muy cuidadoso a la hora de reciclarlas para no romperlas,
dejando así que el mercurio que contienen se esparza en el ambiente. Otro ejemplo
es el aumento de cultivos de maíz para desarrollar combustibles, lo que ha
contribuido a la subida de la comida pero muy poco (o nada) al ahorro de
energía.
o
Has de saber que las prácticas industriales
perjudican mucho más al medio ambiente que las acciones de los individuos. Si
se desea acabar con el calentamiento global, es imprescindible que las grandes
corporaciones industriales adopten prácticas de producción y distribución más
amables con la naturaleza.
Método 2 de 4: Cambiar tus hábitos de consumo
1.
1
Escoge
alimentos vegetarianos o veganos. El ganado mundial emite más
gases de efecto invernaderos que el transporte mundial. Esto se debe a las
enormes cantidades de petróleo que se emplean para producir fertilizante de
nitrato amónico (para el maíz que alimenta al ganado) más el costo de
distribuir este alimento a cada granja, y luego llevar el ganado al matadero y
esa carne a los mercados. Al escoger alimentos vegetales también se reduce el
consumo agrícola de agua y el uso de la tierra, y se favorece la biodiversidad.
o
Cuando consumas carne, asegúrate de que sea
carne local, que no haya tenido que viajar grandes distancias hasta llegar a tu
mesa.
o
Trata de que, tanto los vegetales que
consumas como la carne, provengan de explotaciones pequeñas y cercanas en lugar
de grandes granjas industriales, las cuales suelen emplear métodos dañinos para
el medio ambiente
2.
2
Reutiliza
y recicla más. Usa
botes de basura diferentes para separar cristal, plástico, papel, cartón y
otros productos reciclables. Anima a tus vecinos, supervisores, colegas y
clientes a hacer lo mismo (15-25% de las personas no recicla).
o
Usa bolsas de la compra reutilizables en
lugar de bolsas de plástico o papel.
o
Haz compost con los residuos orgánicos en
lugar de tirarlos a la basura.
3.
3
Usa
recipientes reutilizables. Prueba a usar una botella para el agua que
puedas rellenar en lugar de comprar una nueva cada día. Así reducirás tus
residuos y ahorrarás dinero también.
4.
4
Compra
productos con poco envoltorio. Menos empaquetado significa
menos basura; si no empleáramos envoltorios para los productos podríamos
ahorrar unos 600 kg de dióxido de carbono y 1 000 dólares anuales en promedio.
Si observas que el empaquetado de un producto es excesivo, escribe a la
compañía para presentarle tu disconformidad y animarles a empaquetar más
responsablemente. Puedes darles alguna sugerencia.
5.
5
Reduce
el uso de papel. Decide
si vale la pena imprimirlo antes de dar click a “imprimir”. Deja un mensaje al
final de tus e-mails recordando al lector que lo piense dos veces antes de
imprimirlo.
o
Usa el papel impreso que ya no sirva para
hacer la lista de la compra, notas, mensajes telefónicos, tomar apuntes en
clase, etc. ¡Recicla tu papel solo cuando ya lo hayas usado bien!
o
Cuando imprimas algo, asegúrate de usar papel
100% reciclado. Ahorrarás 2,5 kg de dióxido de carbono por paquete.
6.
6
Compra
productos hechos o cultivados en tu localidad. De
esa forma se reduce el consumo de energía del transporte de mercancías. Los
productos de consumo que compramos representan más de la mitad de la huella de
carbono de una familia.
o
Si todos tus vecinos se animan a comprar
productos locales, los dueños de las tiendas se verán alentados a ofrecer más
productos locales.
o
Compra a los productores, como en mercados
callejeros o tiendas pequeñas, en lugar de hacer tus compras en grandes
supermercados o cadenas comerciales.
o
Compra en tiendas y boutiques locales en
lugar de ir al centro comercial.
o
Elige restaurantes locales en lugar de
cadenas de restaurantes de comida rápida.
7.
7
Sigue
el rastro de tu consumo de carbono. Usa
una calculadora de carbono para saber cuán grande es tu huella de carbono. Este
tipo de cálculo te permite conocer tu impacto personal sobre el medio ambiente
al ir sumando el carbono necesario para tus actividades.
o
Hay contadores de emisiones disponibles en
muchos países; usa un buscador en internet para obtener resultados. Existe un
contador de ese tipo provisto por el Instituto Mundial de Recursos.
o
Algunas compañías colocan un logo en sus
productos que indica la cantidad de carbono emitido para lograr que ese
artículo llegue a tus manos. Los productos que tienen un número bajo en su
huella de Carbono Contado dan la oportunidad de recompensar al cliente y a la
compañía por su concienciación con el medio ambiente.
Método 3 de 4: Reducir tu gasto energético
1.
1
Usa
fluorescentes compactos o luces LED. Sustituye
tres bombillas normales con mucho uso por tres bombillas ahorradoras y ahorra
150 kg de dióxido de carbono y 60 dólares al año. Una bombilla ahorradora puede
evitar que se desperdicie un tercio de tonelada de gases de efecto invernadero
y el costo de seis bombillas de incandescencia durante su vida útil.
o
Recuerda que las lámparas ahorradoras y
fluorescentes contienen pequeñas cantidades de mercurio muy tóxico. Por lo
tanto, es imprescindible desecharlas apropiadamente para evitar contaminación
adicional en los vertederos.
o
También puedes empezar a buscar bombillas
LED, que se están poniendo de moda y son todavía más eficientes y duraderas ¡y
no contienen mercurio!
o
Plantéate sustituir todas tus luces con bombillas
más eficientes, regala algunas a tus amigos y familiares y dona un juego de
ellas a una agencia local de caridad para sus oficinas.
2.
2
Llena
tu lavaplatos. Pon
a funcionar tu lavatrastos solo con carga máxima. Así ahorrarás 50 kg de
dióxido de carbono y 40 dólares al año. O mejor aún, lava los platos a mano
usando el mínimo de agua posible.
3.
3
Apoya a los productores de energía
renovable. Incentiva el mercado de energías limpias
participando en él. En el Reino Unido puedes conseguir que el 100% de tu
energía eléctrica provenga de compañías como Ecotricity or Good Energy Ltd.
También puedes comprar tarjetas verdes o invertir en compañías de energías
renovables. Muchas de estas compañías son nuevas y pequeñas y sus acciones son
baratas. Tales compañías pueden resultar ser muy rentables; solo asegúrate de
hacer tus deberes e investigar bien antes de hacer cualquier inversión.
4.
4
Aísla
tu casa. Debes
aislar cualquier cosa que use energía para mantenerse a diferente temperatura
que su entorno.
o
Mantén bien aislado tu calentador de agua
para ahorrar 500 kg de dióxido de carbono y 40 dólares al año. Evita los
modelos con pilotos encendidos continuamente y ahorrarás otros 40 dólares y 200
kg de gases de efecto invernadero anualmente. Trata de usar menos agua
caliente. Por ejemplo, si la ducha sale muy fría, corta el agua fría en lugar
de abrir más el grifo de la caliente.
o
Se energéticamente sabio y aísla tu casa
completamente para mantener bajos los gastos de calefacción y aire
acondicionado. Si tu aislamiento es viejo o poco eficiente, hazte un favor y
reemplázalo; no solo reducirás el gasto energético sino también tu factura
mensual de electricidad. Examina el ático, los pasillos, el sótano los muros
exteriores y el techo. Si tienes espacios incómodos que aislar con fibra de
vidrio o celulosa, contrata a un profesional.
o
Aísla tu casa de los elementos. Coloca cinta
de burlete en las puertas, ventanas y conductos de aire acondicionado.
Ahorrarás 800 kg de dióxido de carbono y 274 dólares al año. Comprobarás que el
costo del burlete es mínimo en comparación con el ahorro y confort que
proporciona.
5.
5
Reemplaza
los electrodomésticos viejos y reduce tu dependencia de ellos. Los
aparatos eléctricos poco eficientes (como refrigerador, lavaplatos y aires
acondicionados) desperdician mucha energía. Ahorra cientos de libras de dióxido
de carbono y cientos de dólares reemplazándolos por nuevos (y recicla apropiadamente
los viejos).
o
Muchos países cuentan con escalas de
eficiencia energética para etiquetar los aparatos eléctricos. Estas etiquetas
te permitirán conocer el consumo del aparato antes de adquirirlo. Comprueba en
Internet la eficiencia de un aparato en concreto antes de ir de compras para
ahorrar tiempo y comprobar los sellos de tu refrigerador o congelador y
reemplazarlo si tiene signos de desgaste.
o
Ya que te pones, vuelve a valorar si
realmente necesitas todos tus aparatos eléctricos, como aparatos de aire
acondicionado o ventiladores. Prueba a abrir más a menudo las ventanas (y de
paso sacas el aire viciado) y refréscate naturalmente. Otros aparatos que
puedes desechar son los mal llamados “ahorradores de tiempo” de tu cocina.
6.
6
Desenchufa
los aparatos que no estés usando. Aunque los aparatos estén
apagados, usan energía si están conectados a la corriente.
Puedes ahorrar hasta
500 kg de dióxido de carbono y 256 dólares al año si estás al tanto de
desenchufar toso los aparatos electrónicos o usando una regleta de enchufes con
interruptor. Acostúmbrate a desconectar todo al irte a la cama.
7.
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Usa
un modelo de empuje para cortar el césped. Usa
tus músculos en lugar de combustible fósil y haz ejercicio a la vez. Ahorra
unos 40 kg de dióxido de carbono al año.
Método 4 de 4: Usar transporte verde
1.
1
Usa
el transporte público. Tomar el autobús, el tren, el metro u otros
medios de transporte colectivo rebaja el tráfico y disminuye la emisión
individual de gases contaminantes en unos 800 kg al año. Usar el transporte
público también te ayuda a reducir tu estrés y te da la oportunidad de pensar,
leer y relajarte. También te ahorra gastos de parqueo y tiempo perdido buscando
dónde aparcar.
2.
2
Pedalea. Una
solución muy sencilla es tomar tu bicicleta en lugar del automóvil. Seguramente
te encontrarás con problemas como falta de caminos apropiados, tráfico
peligroso o congestionado, caminos empinados, etcétera, pero puedes superar
esos inconvenientes con un poco de determinación.
o
Pide a tu municipalidad que habilite más
carriles para bicicleta en tu área y exige que los ciclistas puedan desplazarse
con seguridad igual que los peatones tienen tal derecho. Consigue involucrar en
la petición a más vecinos, a toda la calle o ¡al barrio entero!
o
Si tu territorio tiene muchas cuestas,
también hay soluciones. Fortalece tus piernas con viajes cortos, busca rutas
alternativas o toma el bus en la parte más difícil (muchos autobuses permiten
subir la bicicleta o tienen un habitáculo especial para ellas).
3.
3
Usa
tu vehículo como una herramienta contra el calentamiento global. Si
no puedes vivir sin automóvil, entonces úsalo de forma que minimices su impacto
ambiental.
o
Compra un vehículo híbrido. El conductor
promedio puede ahorrar 8 000 kg de CO2 y 3 750 dólares al año si conduce un
híbrido. Los automóviles híbridos de carga eléctrica comercial pueden ahorrar
incluso más y algún día pueden hasta devolverte dinero.
o
Compra un coche de consumo eficiente. Ahorra
más de 10 000 kg de CO2 al año usando un coche con menor gasto de combustible.
Esto supone un ahorro de 10 000 dólares durante la vida útil de un coche. Al
adquirir un automóvil de este tipo, animas a los fabricantes a mejorar sus
diseños para ofrecer ese tipo de vehículos al público.
o
Practica la conducción verde. Ahorra
combustible y rebaja tu estrés siendo un conductor considerado. Mejora la eficiencia
quitando objetos externos innecesarios como alerones o adornos, apaga el motor
si has de esperar más de 1 minuto, y saca cualquier peso innecesario del
interior. [2]
o
Mantén los neumáticos correctamente inflados.
Los neumáticos con poco aire pueden aumentar el consumo en un 3% y son más
propensos a desgastarse prematuramente y a pincharse. Comprueba la presión una
vez al mes. Ahorra 125 kg de CO2 y 840 dólares al año.
o
Cambia el filtro del aire. Comprueba el
estado del filtro del aire de tu automóvil cada mes y ahorra 400 kg de CO2 y
130 dólares al año. Limpiar el filtro del aire mejora tu kilometraje por
depósito y reduce la contaminación ya que ayuda al motor de tu coche a hacer
una mezcla gasolina/aire apropiada.
Consejos
- Plantar árboles compensa las emisiones de carbono y la contaminación. Hay organizaciones que te ayudarán a compensar tu huella de carbono.
- Trata de consumir menos productos para conservar los recursos y controlar el desperdicio. Alquila juegos y películas en lugar de comprarlos, o adquiérelos en ventas de garaje o tiendas de segunda mano.
- Responsabilízate del gasto energético de tu oficina. Muchas oficinas mantienen el aire acondicionado, las computadoras y las luces encendidas toda la noche. Trabaja en esto con tus compañeros y supervisores para que se apague todo cuando no se use, o se empleen dispositivos ahorradores de energía.
- Cultiva plantas de crecimiento rápido. Plantas como el bambú crecen más rápido y producen un 35% más de oxígeno que árboles como el roble o el abedul, y requieren menos químicos y cuidados. Asegúrate de que las plantas sean adecuadas al área; son preferibles las plantas autóctonas que las foráneas y no cultives plantas problemáticas o invasivas. El bambú puede ser muy invasivo en ciertas áreas.
- Trata de usar más agua del grifo y menos embotellada. Al hacerlo se reducen los costos de embotellamiento y transporte.
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